E-02 Una mañana de ramadan


Segundo día en Cairo, o mañana del primero porque el primer día lo pasé en el avión y en el aeropuerto. Me levanto en mi habitación de cuatro camas, voy a desayunar a la terraza y me encuentro la decepción de un desayuno muy normalito, nada que ver con los desayunos buffet de los grandes hoteles y de los barcos, pero en realidad el desayuno está bien. Bollos de pan con queso, embutido, huevo duro y mermelada, para beber un té. Salgo a la calle y me doy una vuelta por Talaat Harb llegando esta vez hasta la plaza Tahir (a esta plaza da la fachada del Museo Egipcio) me doy cuenta de que estoy a 10 minutos del hotel, me parece que hice bien eligiendo este hostal. De vuelta de mi paseo veo las tiendas de calzado puede que sean más de cien zapaterías en la misma calle, curiosamente casi todo el mundo lleva sandalias y bastante desgastadas, jajaja. Llegando al hostal encuentro a un chico, Shrefali se llama, que lleva unos papelitos donde ofrece internet a 3 libras la hora (medio euro), hablo con él, le digo que es caro, me dice que estamos en el centro de Cairo y que está bien, total yo pienso estar solo una hora así que me acompaña hasta el Cibercafé. Me toca al lado de un chino, el teclado sale en chino, lo ponen en inglés, pero sale árabe, allí nadie se aclara y poco a poco consigo configurarlo, pero de vez en cuando vuelve a salir en árabe. Abro mi correo y me encuentro con el mensaje de bienvenida de Karim, todavía no lo conozco personalmente, pero le contesto agradeciendole la atención e indicándole donde estoy, para vernos más tarde. Tambien contesto al mensaje que Bisho, cristiano copto y guía turistico, me ha mandado al móvil, escribo unas líneas para www.viajaraegipto.com y hago otras consultas, por supuesto a mis amigos y familiares les digo algo, pero no puedo utilizar la Ñ que simplemente no aparece, ni sé cómo poner las tildes, jajaja. Lo mejor de todo que no puedo escribir bien porque las teclas se me quedan pegadas a los dedos (muy límpio no es que estuviera aquello). Cuando estoy en estas me sale Karim por el messenger, acaba de conectarse, así que quedamos para esa tarde a las 7 u 8 que él habrá desayunado y podrá venir desde su casa (a casi dos horas de Cairo centro ciudad). El cristiano me mandará esa tarde un mensaje diciendome que no puede venir así que tengo tiempo libre (no sabía yo todavía lo importante que era tener tiempo libre, a partir de esa noche ya no lo tendría en todo el viaje). Cuando termino Shrefali me acompaña al aseo, para eso salimos de allí, subimos unas escaleras, todo está absolutamente sucio, hay que llevar cuidado donde pisas y nada de tocar las paredes, por fin llegamos a un sitio que llaman aseo HORRIIIIIIIBLEEEEEEEEE. (No me lo tomeis a mal, pero vuelvo a dar gracias a Dios por haber nacido hombre, lo que me permite utilizar el aseo desde la puerta, más allá no podría pasar).


Al terminar me acerco a lavarme las manos pero hay un chico delante de mí, está lavandose los pies, medio cuerpo, la cabeza, parece que está utilizando aquello como si fuera una ducha, el agua cae al suelo, de allí el charco llega a la escalera. Decisión: No me lavo las manos. Shrefali me dice que por qué no me lavo las manos, le digo que las tengo limpias, jajaja, desde luego ante aquel lavabo negro (algún día fue blanco) me ha parecido que no era una buena idea.


Shrefali me hace las preguntas tradicionales: como te llamas, de donde eres, estás casado, tienes hijos e hijas, en qué trabajas y FUNDAMENTAL: si tienes alguna hermana soltera. Cuando le respondo que no tengo hermanas solteras, tampoco me voy a poner a contarle mi vida, aprecio cierta decepción en su rostro. Pero ¿por qué tengo yo que contestar a sus preguntas sin saber nada de él? Así que igual que el me pregunta le pregunto yo a él. El sí tiene hermanas solteras, jajaja. Claro, son buenas musulmanas así que tampoco hay ocasión para más, pero me ha gustado entrar en el mismo juego, se da cuenta de que no tiene delante a un turista al uso, aunque uno no deja de ser en cierto modo un turista. Me dice que él siempre está en esa esquina (junto a mi hotel) y que me ayudará en lo que necesite, además me da su número de teléfono y yo le doy el mío, si en algun momento no lo veo simplemente tengo que hacerle una llamada perdida y vendrá a mi encuentro. Le pregunto por un sitio para comer, supongo que si me lleva le darán una comisión, pero por lo menos puedo explicarle lo que quiero y le digo que como no me guste el sitio o el precio iré a pedirle explicaciones. Resultado: como de maravilla y pago 25 libras, algo más de 3 euros.


Me ha ido bien, voy al hotel e intento descansar, pero no puedo, así que me voy a la calle de nuevo, son algo más de las 4 y media de la tarde y todas las tiendas van cerrando porque se van a casa a preparar su desayuno. ¿Que puedo hacer con todo cerrado hasta las 7 de la tarde que vuelven a abrir y vendrá Karim? Debería haber dormido pero en lugar de eso me voy donde Shrefali y le pregunto por un sitio para tomarme un té (Ya conoceis mi afición al té, pero bien caliente te quita el calor, te anima, es digestivo y diurético), me contesta que todo está cerrado hasta las cinco y media que desayunan. Total que como él tiene que desayunar me voy con él, me tomo el te mientras él desayuna y me dejo otros 3 euros en su comida y mi bebida. Este chaval es pobre, se nota en que cuando le invito a comer no quiere aceptar, lleva unas chanclas de plástico, como las de la playa, en lugar de unas sandalias y su ropa tambien delata que aunque aseado no tiene dinero. Hablamos de la vida y de cómo trapichea para sacar adelante a sus hermanas. No sé cuanto de lo que me cuenta es verdad y cuanto es exageración, pero termino creyendolo porque le he dejado claro que yo tambien soy pobre y que no me va a sacar dinero por lastima.


Nos despedimos y voy a cambiarme, he quedado con Karim, tengo que conocerlo vendrá a mi hotel sobre las 7 de la tarde. Pero esto será más tarde.

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