E-04 Para la amistad no hace falta currículum

Os cuento lo que sucedió cuando decidí dejarme llevar por Karim e ir a conocer a sus amigos.

Primer error: no vamos a ver a sus amigos, son ellos los que vienen a vernos a nosotros, porque tras andar unos cien metros aparece un coche particular, más viejo que el mío, de color rojo y con abolladuras por toda la carrocería que nos pita insistentemente (pitar pitan todos los coches en Cairo, jajaja). Se detiene junto a nosotros, no es necesario aparcar, bueno todo esto ya lo sabeis quienes habeis estado allí, se bajan dos personas, luego supe que eran Yasser, médico-farmecéutico de unos 30 años y Mahdi un electricista, de veintitantos años.

Lo primero que hacen es dirigirse a Karim y comienza un espectáculo de besos y abrazos que me pone en guardia, pero inmediatamente, tras unas risas, comienzan las presentaciones y aunque yo ofrezco la mano (que para eso soy el europeo) ahora soy yo el besado y abrazado. ¿Pero de qué va esta gente?

La respuesta es sencilla, van de lo que son: egipcios. Le pregunto a Karim por ese comportamiento y me contesta que es normal, que son sus amigos, sí, pienso, pero yo no los conozco de nada y no hago esas cosas con mis amigos.

Karim me mira, es muy listo y se da cuenta de que me siento incómodo por esas "atenciones" y comienza a reirse. A mi me hace poca gracia la situación hasta que me dice que sí que son mis amigos, que al ser yo amigo suyo tambien soy amigo de sus amigos y les dice algo a los demás en egipcio, los tres se están partiendo de la risa y yo con una cara que parezco un poema. Les he dicho que tu creías que somos gays, me dice Karim mientras no puede contener la risa. Se le están saltando las lágrimas, sus amigos están riéndose de lo lindo.

Yo me siento avergonzado pero, para qué ocultarlo, siento un gran alivio, tengo amigos gays a los que quiero mucho, sin embargo en Egipto, la verdad, no me sentiría tranquilo.

Supongo que no hace falta que cuente que lo normal en Egipto es que los amigos vayan cogidos del brazo, que cuando la gente se ve por la calle se saluda abrazándose y besándose y que incluso llega a verse mal que vayas con alguien y no le tomes del brazo. Demasiada interculturalidad en tan poco tiempo, por lo menos para mí.

Karim se ríe de mí, como digo es muy rápido y ya ha planeado su venganza y lo hace muy bien, así que en la primera calle que hay que cruzar me toma del brazo, les dice algo a sus amigos y estos tambien se cojen del brazo entre sí, yo acepto ir del brazo con Karim y le digo "vale, pero que corra el aire". Todos nos reimos y nos dirigimos a un lugar en el que cenar, o eso creo yo.

Mahdi no habla ingles, Yasser si, así que todas las conversaciones son en ingles y en egipcio a la vez, pero no vamos a un restaurante, vamos a un lugar en el que hay una cantidad ingente de personas comprando comida para llevar. Nos pedimos 10 o 12 bocadillos y unas bebidas, al rato nos las dan en unas bolsas, yo intento pagar pero, estamos en Egipto, así que no me dejan pagar y nos metemos en el coche.

Impresionante, nada que ver con el microbus o los taxis, ahora vamos hacia El Cairo a toda velocidad por aquellas carreteras, cruzamos el Nilo y nos metemos hacia la derecha, son las 2 y media de la madrugada o más y estamos en la orilla del Nilo. Ahí es donde vamos a comernos la cena, me parece alucinante, unos amigos que quedan para cenar y se van junto al Nilo a comerse unos bocadillos.
Leones del puente sobre el río Nilo

El primer bocadillo que pruebo está riquisimo, lleva salsa tahina y algo de carne, lo voy a devorar. Mientras cenamos hablamos, Yasser es médico farmacéutico, hijo de médico, hermano de médico, pronto se irá a Libano, donde ya tenía que estar pero los bombardeos israelíes sobre Beirut le impidieron ir antes. Su edad, su formación, su buen nivel de inglés hacen que la conversación con él sea muy agradable, con él comparto temas comunes y hablamos un poco de todo. Me dice lo mucho que quieren a Karim, es el más joven de todos los amigos de la pandilla y desde que se quedó huerfano es un poco el hijo de todos. Me parece estupendo pero es que a Karim yo lo conozco hace menos de 8 horas y ya se refieren a él como si fuera mi amigo de toda la vida, en lugar de llamarlo Karim lo llaman "tu amigo".

Sorprendente, pero las cosas en Egipto son así, los años de amistad que tienen ellos valen en ese momento lo mismo que las 8 horas de amistad que yo tengo con Karim. Bien pensado, la amistad es una opción de presente, de día a día, de momento a momento, algo que se renueva cada minuto, para lo que no necesitas currículum. Tu amigo no es quien ha hecho en el pasado grandes cosas por tí, tu amigo es quien en cada momento se comporta como tu amigo.

Quiero resistirme a esta idealización de la manera de vivir de aquella gente, pero no puedo, tienen razón, si Karim se comporta como amigo mío y yo me comporto como amigo suyo, entonces somos amigos. Ni siquiera es necesario que estemos juntos o que nos veamos con asiduidad, somos amigos si queremos ser amigos. El verbo SER es más fuerte que el verbo TENER. Yo mismo tengo un amigo de infancia a quien no veo hace años, pero si alguien me pregunta por mis amigos, él es el primero de mi lista, por encima del espacio y del tiempo.

En mi interior tengo que reconocer algo, es más, estoy dispuesto a reconocerlo, Karim ha ganado la partida, su frecura, su espontaneidad, su manera de mirar la vida y el mundo, sin miedo, de frente, sin recelos, con valentía, ha vencido sobre mis prejuicios, mis precauciones, mis miedos y mis estrategias de occidental. Su juventud ha vencido a mi madurez.

¿Qué tiene que ver todo lo que cuento con mi viaje a Egipto? TODO.

Viajar no es ver piedras (que me encantan) o comer cosas raras (que tambien me encantan) ni conocer otras gentes (que las hay por todos sitios y me encantan), viajar es explorarte y descubrirte a tí mismo en lo más íntimo, en lo que a veces tratas de ocultarte incluso a tí mismo. Muchos pensareis que eso se puede hacer en cualquier sitio, seguramente teneis razón, pero cuando ves una organización humana con grandes obras de 4000 años de antïgüedad, el espíritu se abre y te atreves a bucear en tu mundo interior, sin escafandra, a pulmón libre.

Estas experiencias no son del todo nuevas para mí, las he vivido antes, pero entonces yo era un adolescente o un joven, abriendome al mundo, abriendo mi mente. Con casi 40 años todo esto me sorprende, las falsas seguridades en las que apoyas tu vida se vienen abajo por la sencilla actitud que hacia tí demuestra un chaval de 19 años. Por eso digo que Egipto es Karim y Karim es Egipto.

Son las 3 y media de la madrugada y estoy en el Nilo, comiendo bocadillos con "amigos" a los que conozco desde hace unos minutos o unas horas, aparece un niño por allí, se nos acerca y les dice algo, inmediatamente me traducen, el niño viene a pedir algo de comer.
El encargado de nuestra shisha

Como era de esperar le dan dos bocadillos y el chaval se va tan contento. Ya falta poco para que amanezca, sobre las 4 y cuarto tendrán que dejar de comer porque son musulmanes, tomamos el coche, vamos a tomar té y shisha, nos presentamos en una nueva terraza, me pido shisha cantaloup, o sea, de melón, y mi té, cada uno de ellos pide lo que quiere y yo intento pagar. ¿Hace falta que vuelva a decirlo? Tampoco esta vez me dejan pagar.

Como nos queda un bocadillo y una tarrina de ensalada, uno de ellos se levanta y se dirige a un anciano que camina ayudado de un bastón, le ofrece la comida, el hombre no la acepta, ya ha comido, pero hay una señora sentada en el suelo medio adormilada, ella todavía no ha comido nada, así que le ofrece lo que nos quedaba y la mujer lo acepta.

Vamos en el coche camino de mi hotel, aparcamos y preguntamos a un joven por la dirección de mi hotel, se nos une, pronto entabla conversación, nos saludamos, esta vez sin besos ni abrazos (menos mal), pero dice que nos invita a tomar algo, le decimos que ya es tarde pero aún así seguimos la dirección, insiste en invitarnos, pero nos mantenemos firmes, es tarde. Cuando se entera de que soy español comienza a hablarme en castellano, tiene una novia en Málaga (despues supe que todos tienen una novia en Málaga), yo traduzco al ingles para que Karim y Yasser se enteren y ellos traducen al egipcio para que se entere Mahdi. Ya no pueden comer ni beber ni fumar, una voz que resuena en todo El Cairo ha anunciado el amanecer, solo yo puedo pedir una botella de agua, pero todos nos sentamos en la terraza. Hablamos de mil cosas, tres idiomas sobre la mesa, se hace tarde, o temprano, son más de las cinco de la mañana y decidimos poner fin a una noche mágica en la que renuevo mis votos de fidelidad a la amistad. 

Dormir de día en la ciudad que nunca duerme.
Deben ser las 6 de la mañana cuando llego a mi hotel. El recepcionista me pregunta con amabilidad cómo me ha ido, seguramente ha notado en mi cara que vuelvo exultante, con tantas experiencias vividas con tal intensidad que creo que necesitaré tiempo para ir digiriendolo. Pero tengo que dormir, he quedado con Bisho esa mañana para ir al Museo Egipcio. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario