E-19 Escribiendo a los amigos de viajaraegipto.com

Hoy es viernes, supongo que Karím irá a la mezquita, como siempre me he levantado tarde, es que nos acostamos hace cuatro o cinco horas y con este ritmo es imposible madrugar así que no podremos cruzar a la otra orilla para ir al Valle de los Reyes.  Como siempre, ya es tarde para el desayuno así que habrá que tomar algo en la calle.
Ramadán es un mes muy especial, allí dicen Ramadan Karím como aquí decimos Feliz Navidad, lo de Karím viene a significar generoso, próspero, lleno de buena ventura. Curiosamente es mi primer Ramadán en un país musulmán y yo lo estoy pasando con Karím. Cosas que tiene la vida.
Pero es cierto que para el visitante es un mes complicado, cierran antes los monumentos, la gente sale hacia sus casas, para romper el ayuno, cargados de compras, casi todo comida y todos tenemos que adaptarnos al ritmo y horario de esa mayoría. Siempre hay alguna escapatoria, algún establecimiento que permanece abierto, bien por ser cristianos los dueños, bien por ser musulmanes que comen allí mismo.  Paseando y viendo escaparates he visto más de una vez que la puerta estaba a medio cerrar y que, dentro, se encontraban los dependientes, encargados o dueños, comiendo alrededor de una improvisada mesa. Con qué ganas de entrar a comer me he quedado más de una vez, unas veces porque me dio vergüenza aceptar la invitación que por señas me hacían, cuando yo ya había comido, otras veces porque no me atreví a invitarme yo mismo, cuando tenía hambre pero no tenía posibilidad de tomar nada al estar cerradas todas las casas de comida.

Una calle centrica de Luxor, asfaltada

Todavía es temprano en Luxor, es mi segundo día y el cambio de planes, por el horario, necesita algún remedio. Karím me pregunta la hora, le digo que es temprano, prefiero que duerma, pero que yo me voy a acercar a ver si encuentro un ciber café.
Con ruta parecida a la de la mañana anterior, me adentro en el centro de Luxor, primero tengo que tomarme un té con alguna cosa sólida, para poder funcionar, el del día anterior me pareció adecuado, además hay comercios abiertos por los alrededores, en el centro de la ciudad lo de Internet resulta relativamente sencillo, pero no puedo entrar en el primer sitio, hay que preguntar precios, decir que es muy caro y ver qué tal están los ordenadores, antes de sucumbir a la inmensidad cibernética.

Por fin encuentro un lugar adecuado, además de poder fumar, asunto importante cuando me pongo ante el ordenador, tengo una pantalla gigantesca. Me habría gustado una pantalla normal, pero me han dado la más grande de todo el local, de hecho han quitado a unos niños que estaban jugando para que pudiera utilizar yo esa pantalla. No pasa nada, los niños deben ser familia, sin ningún problema se han colocado en otro teclado. Ahora, con la pantalla gigante, todo el mundo en el local está pendiente de las páginas web que visito. No voy a ver ninguna página inadecuada, pero un poquito de privacidad, en fin. Abro mi correo y tengo el mensaje de mi amigo Bisho desde Cairo, preguntándome si todo va bien. Le respondo tranquilizándolo y explicándole algo del viaje. Ahora toca cumplir con la gente del chat, así que me meto en www.viajaraegipto.com y escribo el siguiente mensaje:

Hola a todos los foreros desde Luxor, gracias a todos los que me habeis hecho algun comentario o me habeis ayudado preparando este segundo viaje. Si el primero fue increible, esta vez es ALUCINANTE. Como es Ramadan, paso el dia viendo templos y museos y todo eso, pero es que paso la noche comiendo con esta gente, con mi gran amigo Karim, que es musulman y me esta ayudando como probablemente solo los egipcios hacen, en fin que no duermo, que no tengo un momento de descanso, que no se como va a terminar esto porque cada paso que damos, cada cosa que hacemos es mas extraordinaria que la anterior. Esto es Navidad pero a todas horas (durante la noche, por ser Ramadan, claro) y el mismo Egipto que conoci y que cada vez amo mas (durante el dia). No me extiendo mas, ya contare algo cuando vuelva, si es que vuelvo, porque ganas de quedarme aqui no creais que me faltan, que si pudiera..., pero esta bien asi, venir alguna vez en la vida y guardarlo en el corazon siempre. Me estoy volviendo un sensiblero, pero quienes habeis estado aqui me comprendeis muy bien. Salam Habaibi (que ya sabeis que es como Habibi pero en plural)

Aunque en esta ocasión el teclado era nuevo, la pantalla gigante y el local estaba límpio, no como ocurría con el de Cairo, no consigo aprender a poner tildes a las palabras, ni encuentro la letra Ñ, así que todos los correos que mando a mis familiares y amigos llevan la indicación oportuna para que no confundan los términos. Manana es mañana y así todo.

Terminada esta tarea, como no daba tiempo a mucho más, decidí volver al hotel, por la hora lo mejor sería intentar descansar un poco y quizá aprovechar la piscina. Así lo hice, uniéndose Karím al que le encanta el agua, como ya quedó claro tras su primera ducha.

1 comentario:

  1. Tu foto, de esa calle céntrica de LUxur, me recuerda "el barrio" de nuestra infancia, la panadería del Kiko y la tienda de ultramarinos de "la angelita", los camiones de reparto, los gitanillos...trabajando.

    Buenos/malos tiempos...

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